CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

domingo, 1 de noviembre de 2009

Triada del Pensamiento 5,6 y 7

Los sentimientos dominantes en los tipos de personalidad pertenecientes a esta tríada son la ansiedad y la inseguridad, para decirlo de otra forma, los tipos de esta tríada están más preocupados por el futuro en búsqueda de seguridad y tranquilidad, que en las realidades presentes o los recuerdos del pasado.

La tríada del pensamiento se ha desconectado de los aspectos de la verdadera naturaleza, lo que en algunas tradiciones espirituales llaman "la mente callada", lista y despierta. Esta es la fuente de orientación interior que da la capacidad de percibir la realidad tal y como es, y permite ser receptivo al conocimiento interior capaz de orientar todas las acciones. Cuando estos tipos de personalidad están desconectados de la esencia cuentan con una mente parlanchina, es por esto que buscan acallar sus mentes inquietas en búsqueda de esa mente callada. Cuando están bloqueados sienten mucho miedo, el cual los llena de inseguridades.

Los tipos Cinco, Seis y Siete tienden a la ansiedad (experimentan falta de apoyo y orientación). Se entregan a comportamientos que creen que van a mejorar su seguridad; bajo las defensas de su personalidad llevan muchísimo miedo.

A diferencia de los Dos, Tres y Cuatros, los Cincos, Seis y Sietes no se confunden acerca de quiénes son ni cómo se sienten. Ellos, en vez de eso, tienden a anticipar de manera inconsciente los peligros de la vida, y es habitual en ellos que reaccionen desde el fundamento emocional del miedo. En general, los Cincos, Seis y Sietes encuentran la mayor dificultad en integrar su poder personal y tomar acción en el mundo, de forma asertiva y congruente.

En la literatura del Eneagrama llaman a las personas de este trío los "tipos mentales", porque ellas van por la vida lidiando con sus cabezas. Son en su mayoría pensadores que sobreutilizan sus mentes tratando de compensar la represión de sus instintos físicos.
Los Cincos, Seis y Sietes se ahogan en los dilemas del hacer y suelen experimentar una especie de nudo en la voluntad.

Imagínese cómo es ver el mundo como un lugar peligrosísimo, poblado por fuerzas que le pueden ser muy desfavorables, y contra las cuales usted carece de defensa segura alguna. Es como si usted no estuviese en la cima de la cadena alimenticia y tuviera que mantenerse vigilante de los depredadores más grandes que lo pueden derrotar, dañar o atrapar. Con semejante visión del mundo, usted carece en absoluto del poder de elección, de decir "Sí" o "No". Sus preferencias personales son menos importantes que las de otros; ellos tienen derechos y usted no. Cualquiera demanda de usted, y siente que debe decir "Sí," incluso cuando su respuesta real es "No".

Porque su voluntad está entretrenzada con los deseos de los demás, los Cincos, Seis y Sietes, todos y de manera poco o nada consciente, cuestionan su capacidad para manejar desafíos inminentes. Para compensar eso, tienden a vivir en el futuro, preparándose mentalmente para lo qué sucederá mediante elucubrar en "rizos" visuales y auditivos. Ven las imágenes del futuro con el ojo de su mente, después hablan consigo mismos; entonces ven más imágenes... y hablan más internamente. Todos, en un esfuerzo para prepararse para lo que se avecina. Se parece a narrar videos caseros o a ver los avances de los próximos estrenos de la industria del entretenimiento.

Los Cincos, Seis y Sietes pueden tener complicadísimas estrategias para la toma de decisión, porque suelen intentar hacer dos cosas a la vez: elegir y no elegir. Para un observador externo, la gente de en este trío da la impresión de estar substituyendo el hacer por el pensar. Pero, en lo interno, esa manera de pensar se siente como una forma de hacer que podría llamarse seudoacción. El miedo generalizado se describe a veces en los libros de Eneagrama como cobardía, pero otro término para él es auto-oposición. Mientras que los Dos, Tres y Cuatros tienden a auto-rechazarse, los Cincos, Seis y Sietes tienden a la auto-oposición, a retornar su poder contra sí mismos.

Es muy frecuente que Cincos, Seis y Sietes hayan crecido sintiéndose desprotegidos, abrumados, o apoyados de manera inadecuada y quizá hayan percibido la vida como peligrosa desde muy chicos. Los deseos reales del niño chocaban con los de otros que necesitaban sobre-protegerlos, controlarlos o abandonarlos. Las personas de estos estilos experimentaron su mundo temprano como no negociable. Los Cincos jóvenes pueden haberse sentido comprimidos por un enjambre de gente o abrumados con las expectativas sociales. Los Seis pudieron haberse sentido desprotegidos o dominados, mientras que es frecuente que los Sietes se hayan sentido presos o sobrecargados de deberes.

Cargando aún con estas experiencias de vida infantil, puede ser habitual en los adultos de este trío suprimir sus deseos y negar sus verdaderas preferencias como expediente para anticiparse a la oposición externa. Los Cincos, Seis y Sietes tienden a proyectar su poder en los otros para luego reaccionar contra eso. En aquello donde encontraron la oposición de otros, ahora se oponen ellos a sí mismos.

Los Cincos adultos pueden sentirse como si otros tuviesen el poder de pedirles cualquier cosa y no pudieran decir "No". Evitan auto-afirmarse a sí mismos directamente y una vez se sienten invadidos diseñan fuertes fronteras para más adelante. Los Seis con capaces de renunciar a decir "no" directamente, y, en su lugar, delegar sus opciones en figuras de autoridad idealizadas. Los Sietes acuerdan cosas que no desean hacer o evaden el sufrimiento del otro. Después de auto-apresarse en expectativas o compromisos, los Sietes sienten que no tuvieron elección y entonces lo compensan hiperflexibilizando sus opciones para evadirlos.

La herida primigenia en los Cincos, Seis y Sietes está a su sentido del albedrío. Mientras que los Dos, Tres y Cuatros se preocupan de su identidad, los Cincos, Seis y Sietes se preocupan de su competencia. Su pregunta inconsciente recurrente ya no es "¿Quién soy yo?" sino "¿Soy capaz? ¿De veras puedo hacer esto?" La paradoja imperante en todos y cada uno de estos tres estilos es: "Para ser dueño de mi poder, primero debo ponerlo fuera del alcance de los demás."

El desafío general para los Cincos, Seis y Sietes es integrar en sí mismos su poder y asumir la responsabilidad de sus acciones. En la medida que cambian y crecen, las personas con estos estilos se contactan con sus instintos y empiezan a ejercitar sus albedríos en vez de proyectarlos en lo externo. Comienzan a decir "Sí" y "No" desde la sensación de la libre elección y aprenden cómo auto-afirmarse: la asertividad.

Centro: Pensamiento
Interés o preocupación: Estrategias y creencias, desconfianza.
Problemas de: Inseguridad y ansiedad, que distorsionan la voluntad para el Hacer.
Buscan: Seguridad
Sentimiento soterrado: Miedo

0 comentarios: